El bruxismo conocido como «rechinamiento» de los dientes es el movimiento involuntario de apretar o rechinar los dientes. Este es un comportamiento inconsciente realizado principalmente mientras se duerme. Con el bruxismo se genera una gran presión y fuerza sobre los dientes causando que estos se rompan, aflojen y pierdan el esmalte dental. El Bruxismo también puede provocar que los dientes se vuelvan más sensibles a los alimentos y líquidos fríos o calientes. Cuando el bruxismo se diagnostica temprano, el rechinar y apretar pueden ser tratados antes de que causen daños permanentes en los dientes.
¿Cómo sé que rechino o aprieto los dientes?
La mayoría de las personas no saben que están rechinando o apretando los dientes. Hay varios signos reveladores. Dolor o sensibilidad en la mandíbula, dolores de cabeza, dolor de oídos, dolor de cuello y dolores en los músculos faciales, son signos comunes del bruxismo moderado o severo. Otras personas pueden notar que sus dientes se han vuelto más sensibles con el tiempo, o que sus dientes se ven planos o desgastados. Otros signos físicos son el aumento de la sensibilidad de los dientes a los alimentos o bebidas calientes o frías y los rellenos sueltos o rotos.
Muchas veces es el odontólogo ó higienista dental es el primero, que al ver el desgaste de sus dientes, le informa que usted padece de bruxismo, porque rechinan los dientes involuntariamente durante su rutina diaria o mientras duerme. Otras veces es su pareja quien se queja de haber sido desvelado/a por el ruido que usted produce al rechinar sus dientes mientras duerme. Otros signos del bruxismo son: dolores en los músculos faciales, dolores de cabeza, de cuello y de oído.
Tratamiento para el Bruxismo
En los casos moderados a graves de bruxismo, es necesaria la colocación de una protección dental de resina o plástico, conocida como férula de descarga, para impedir lesiones y afección de los dientes. Consiste en utilizar un plano de relajación mientras duerme, el cual es elaborado con ajuste exacto en su boca, se coloca sobre sus dientes superiores y los protege para que éstos no rechinen contra los inferiores. Además la férula de descarga, desde sus primeros días de uso, elimina el dolor de mandíbula, de cabeza o de oídos causado por el bruxismo, así como otras molestias que puedan haber aparecido debidas a una sobrecarga de la musculatura de la mandíbula.